Depresión
¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?
La Depresión mayor es considerada como una de las enfermedades más discapacitante en el mundo. Una gran cantidad de personas ven afectada su funcionalidad debido a esta enfermedad. De la misma manera en que otros aparatos y sistemas llegan a enfermarse; como el gastrointestinal o el cardiovascular, el sistema nervioso también se enferma generando cambios en el estado de ánimo, como en el caso de la depresión.
Síntomas neuropsiquiátricos
La mayoría de las personas con esta enfermedad, no saben que la padecen, únicamente experimentan una serie de síntomas molestos, que no logran explicarse por otras causas.
Los síntomas más comunes son:
- Tristeza, decaimiento o irritabilidad con baja tolerancia
- Baja autoestima
- Pérdida de interés por las actividades diarias
- Ausencia de la capacidad de disfrutar las actividades de la vida diaria
- Disminución o aumento del apetito
- Disminución o aumento de peso
- Dificultades para dormir o despertares frecuentes durante la madrugada
- Cansancio o sueño durante el día
- Dificultad para poner atención y concentrarse
- Indecisión constante
- Pensamientos de culpabilidad
- Pensamientos de no querer vivir
¿Por qué tengo depresión?
Esto se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales. Una parte de la enfermedad se hereda y otra es secundaria a estresores en el entorno. ¿Cuánto se debe a una o a otra causa? varia en cada persona. Por otro lado, es importante saber que, en muchos casos, puede ser secundaria a otro padecimiento médico y esto también debe ser descartado.
¿Cuál es el tratamiento?
Muchas personas tardan en buscar ayuda porque su familia o amigos insisten en que es cuestión de actitud, carácter y simplemente suelen expresar que “le echen ganas”.
Es preferible que se acuda a un especialista para saber si es necesario iniciar un tratamiento farmacológico y/o psicológico, los tratamientos para personas que cursan con cuadros depresivos son distintos dependiendo del paciente y sus características.
Existen muchas modalidades de tratamiento desde prescripción de ejercicio, higiene de sueño, meditación, alimentación, etc. En algunos casos se requieren medicamentos y en otros no. Es importante la valoración de un experto para saber el tipo de tratamiento necesario. Existen muchas personas que no acuden a tratamiento por miedo al inicio de fármacos; los medicamentos específicos para la depresión no son adictivos (lo que llega a ser la preocupación principal de la mayoría de los pacientes) pero es importante que se discutan todas las preocupaciones con el médico psiquiatra, para tener buen apego a tratamiento y que el paciente esté tranquilo y tenga mejoría.